viernes, 16 de abril de 2010

Franquismo y Garzón

No suele gustarme explayarme con las cosas políticas, pues para eso están personas más doctas y algún que otro charlatán. Mis humildes conocimientos para el mundo contemporáneo no van más allá de los umbrales del siglo XIX, cuando a finales del siglo anterior recorrían aires de libertad (burguesa) las callejas de París.

Así pues, el tema del franquismo me pilla algo distante de los vientos revolucionarios de 1789. Los principios fundamentales de la dictadura, ni que decir tiene que la libertad no gozaba de muy buena salud en ellos (otro día comento mi opinión sobre la inexistencia de la Libertad).

Franco y sus secuaces atentaron contra un estado legalmente constituido (fuese caos o no); y esto parece no entrar en las mentes de esa derecha que en cambio no duda en tachar a Tejero de golpista, pero claro…esa gente empezó a ser monárquica en el 75, olvidando superficialmente todo lo anterior en aquel fin de año.

Pero retornemos a ese fatídico año de 1936, cuando el fracaso del alzamiento militar contra el legítimo gobierno republicano desemboca en una guerra absurda. Una guerra necesaria para que los fascismos europeos prueben armas nuevas, y los españoles como somos tan voluntariosos nos ofrecemos a probar metralla alemana e italiana, y alguna menos soviética. Al final la guerra deja una dictadura de corte personalista muy comparable a todas las del siglo XX.

¿Por qué hablamos de franquismo siendo estos días los de la Proclamación de la II República? ¿Por qué hablo de franquismo cuando hace 79 años por las calles de España entera, la gente salía cantando La Marsellesa? Pues porque me levanté con la ilusión de tener un buen día el 14 de Abril hasta que llegué a un bar y los diarios de tirada nacional me lo jodieron, y en dos días seguidos que van la cosa no mejora.

La derecha denuncia al juez Garzón por prevaricar con su causa abierta contra el Franquismo, y se lo admiten a trámite. No es que lo vea del todo mal, es el funcionamiento de los tribunales. Tú denuncias y luego si hay base a la denuncia las cosas siguen su curso, sino pues se desestima. (Tampoco soy muy docto en materia judicial como se podrá entender).

Lo que me parece aberrante es que se esté haciendo oídos sordos al hecho de que un juez no admita a trámite una querella contra un Banco porque éste le ha financiado unos cursos privados en NY. Quizás tenga que indagar un poco más en ese tema, pero no pienso dejar que mi vida gire en torno a un “Querido Emilio”.

Y luego la tercera de las causas abiertas: escuchas ilegales en la cárcel a los implicados en la trama Gürtel. Una panda de personas de “intachable conducta” (entiéndase esto a modo de ironía), que van y son escuchadas sus conversaciones privadas con sus abogados. Si bien me parece de puta madre si es que con eso se hace que los ladrones devuelvan lo robado, pues genial. Pero resulta que en este país de pandereta un asesino, violador o terrorista no es grabado en sus conversaciones privadas…pero unos tipos cuyo delito es robar....

Volvamos al franquismo y esas fosas de la Memoria, a los represaliados y los exiliados,… ¿a quién juzgamos por el franquismo? No creo que diciendo que Franco y Cía. (no doy nombres pues muchos todavía viven) eran criminales se descubra América. En ocasiones las cosas son tan obvias que da lástima que no se vea así. No veo más sentido que cubrir los problemas que de verdad aquejan a esta sociedad, eso sí, cubrir bien de mierda a los de siempre.

Los de “siempre”, esos somos nosotros, el pueblo llano. Los que ni parten ni reparten, los que ni chicha ni limoná. Los que aguantaron yugo y flechas 39 años; los que callaron u ocultaron su bandera tricolor en el fondo del corazón. También había gente a la que le importaba un pimiento quién mandase mientras tuviese pan en la mesa, exactamente como hoy día. Entre los de “siempre” había hijos de puta, pero a esos les da igual el color de quién mande, esos siempre sobreviven a lo malo y a lo bueno; esos son los que rapaban a las mujeres y denunciaban a sus vecinos. ¿Pero es que esos hijos de puta no habrían hecho lo mismo de haber ganado el otro bando?

Si juzgamos al franquismo juzgamos a los de siempre. No condenamos a Franco que enterrado bajo los auspicios de la Iglesia seguro que anda por el Infierno riéndose. Tampoco condenamos a los que estaban en la cúspide pues siguen en ella y nadie logrará hacerles pagar lo suficiente. ¿Pero que deberíamos de hacer? ¿Quedarnos sin mirar atrás? Realmente no lo sé, y es una respuesta que me encantaría tener. Quizás sólo quede esperar a ver que sucede, para bien o para mal.

Por el Gato Montés

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