Crónicas del Señor de la Guerra es una trilogía centrada en el mundo artúrico del escritor de novela histórica Bernard Cornwell, conocido principalmente por su serie sobre el fusilero Sharpe enmarcada en las guerras napoleónicas. También es autor de la trilogía Arqueros del Rey centrada en la Guerra de los Cien Años.
El Rey del invierno (vol. I) Nos relata el regreso de Arturo, exiliado por su padre, y del arduo trabajo para restablecer la paz y la justicia quebrantada tras la muerte del rey supremo Uther Pendragon dejando como heredero del trono a un niño.
El enemigo de Dios (vol. II) La paz y la unidad entre los reinos britanos se ha conseguido después de una terrible época de batallas. Mientras Arturo persevera en el cumplimiento de los altos ideales de la moral caballeresca, el mago Merlín trata de reunir los trece objetos sagrados esparcidos por toda Britania para expulsar a los sajones y frenar el empuje del cristianismo.
Excalibur (vol. III) El ciclo artúrico comienza a cerrarse. La amenaza sajona continúa inquebrantable en una tenaz guerra y llega la hora de ajustar cuentas por parte de Modred y Nimue.
Aunque dividido en tres volúmenes, en realidad, se trata de una obra unitaria ya que continúa sin pausa con lo narrado en el volumen anterior.
El desarrollo de la trama nos lleva a adentrarnos en la época de la tardoantigüedad inglesa del siglo V, retratándonos un mundo en proceso de cambio, con referencias a la ya lejana ocupación romana, que se mantiene a duras penas. La agonía de los reinos britanos ante los sajones, y el surgimiento de un incipiente, pero fuerte, cristianismo que va poniendo fin a las creencias ancestrales.
La historia de Arturo es narrada por Derfel Cadarn, un antiguo guerrero britano que ya anciano desgrana las historias vividas junto a Arturo, mediante flashback, por petición de la reina Igraine.
Teniendo como eje la vida de Derfel, Bernard Cronwell entremezcla las leyendas artúricas con la historia de los reinos britanos posterior a la dominación romana. De esta manera se conjugan a la perfección temas de la vida personal del guerrero, historias de amor, casamientos, violaciones, traiciones, supersticiones, etcétera con las intrigas políticas y religiosas, a través de las conjuras y alianzas, de las que el relato está plagado.
El autor nos hace una reconstrucción de cómo podía ser la vida durante el sigo V, mostrándonos una época de guerras continuas entre britanos y sajones al mismo tiempo que concediéndonos datos sobre la vida más cotidiana, costumbres, rituales, tipos de construcciones, ropajes de las distintas clases sociales y utensilios bélicos y cotidianos. Así como las descripciones que hace de las cruentas batallas, siendo esto el mayor atractivo del libro.
Durante todo el relato nos encontramos con dos argumentos constantes puestos en boca del narrador. La primera es recalcar la idea de que la historia que se cuenta es la verdadera historia de Arturo en contraposición de lo que cuentan los bardos quienes transforman la historia omitiendo y/o exagerando sucesos. La otra idea es la de haber sucumbido a los influjos de la tradición extranjera, claramente reflejado en la vida de Derfel, antaño un pagano convencido y convertido ahora en monje cristiano y ocultando la historia como una falsa traducción de los Evangelios a la lengua sajona.
La característica más importante de este libro es la relegación de los tópicos, dando una visión de las leyendas artúricas antológica a la visión tradicional; aquí nos encontraremos con la Tabla Redonda pero ella no estará presidida por el rey Arturo ni por el resto de sus caballeros, con Excalibur que sigue siendo una valiosa espada pero sin haber estado clavada a una piedra y con el Santo Grial convertido en una olla. Recurso que utiliza el autor para dotar a la obra de cierto realismo. Los personajes de las leyendas artúricas aparecen humanizados, son personas de carne y hueso con personalidad y que sienten amor, dolor, celos, etcétera y que como tales están llenos de contradicciones.
Arturo no aparece en ningún momento como rey, ni incluso como héroe, sino como un caudillo britano que lucha por mantener el trono de Mordred, durante su minoría de edad, y conseguir, por encima de todo, la unión britana frente a los sajones. Ésta visión afecta también al mago Merlín, que lejos de ser un mago al uso, más bien parece un conocedor de los ritos antiguos convertido en el baluarte de la lucha contra el avance del cristianismo. Lacelot dejará de ser el paradigma del caballero andante para convertirse en un caballero sinvergüenza, narcisista, cobarde e intrigante y Ginebra, quien tampoco aparece condecorada con el título de reina, es retratada como una adoradora de Isis, adúltera y, en cierta medida, manipuladora.
La magia está presente durante todo el relato, los poderes de los druidas, de las brujas y, sobre todo, del mago Merlín crean expectación y temor entre sus contemporáneos ya sean cristianos o paganos. Pero Cornwell deja la duda sobre la existencia real o no de la magia, nunca queda claro si lo que está siendo narrado es resultado de un acto mágico o de la pura casualidad.
En resumen, Crónicas del Señor de la Guerra es una novela histórica y de aventuras que por el planteamiento de la historia, la presentación de los personajes y las descripciones de las batallas, merece ser de lectura obligatoria.
Por Anónimo
El Rey del invierno (vol. I) Nos relata el regreso de Arturo, exiliado por su padre, y del arduo trabajo para restablecer la paz y la justicia quebrantada tras la muerte del rey supremo Uther Pendragon dejando como heredero del trono a un niño.
El enemigo de Dios (vol. II) La paz y la unidad entre los reinos britanos se ha conseguido después de una terrible época de batallas. Mientras Arturo persevera en el cumplimiento de los altos ideales de la moral caballeresca, el mago Merlín trata de reunir los trece objetos sagrados esparcidos por toda Britania para expulsar a los sajones y frenar el empuje del cristianismo.
Excalibur (vol. III) El ciclo artúrico comienza a cerrarse. La amenaza sajona continúa inquebrantable en una tenaz guerra y llega la hora de ajustar cuentas por parte de Modred y Nimue.
Aunque dividido en tres volúmenes, en realidad, se trata de una obra unitaria ya que continúa sin pausa con lo narrado en el volumen anterior.
El desarrollo de la trama nos lleva a adentrarnos en la época de la tardoantigüedad inglesa del siglo V, retratándonos un mundo en proceso de cambio, con referencias a la ya lejana ocupación romana, que se mantiene a duras penas. La agonía de los reinos britanos ante los sajones, y el surgimiento de un incipiente, pero fuerte, cristianismo que va poniendo fin a las creencias ancestrales.
La historia de Arturo es narrada por Derfel Cadarn, un antiguo guerrero britano que ya anciano desgrana las historias vividas junto a Arturo, mediante flashback, por petición de la reina Igraine.
Teniendo como eje la vida de Derfel, Bernard Cronwell entremezcla las leyendas artúricas con la historia de los reinos britanos posterior a la dominación romana. De esta manera se conjugan a la perfección temas de la vida personal del guerrero, historias de amor, casamientos, violaciones, traiciones, supersticiones, etcétera con las intrigas políticas y religiosas, a través de las conjuras y alianzas, de las que el relato está plagado.
El autor nos hace una reconstrucción de cómo podía ser la vida durante el sigo V, mostrándonos una época de guerras continuas entre britanos y sajones al mismo tiempo que concediéndonos datos sobre la vida más cotidiana, costumbres, rituales, tipos de construcciones, ropajes de las distintas clases sociales y utensilios bélicos y cotidianos. Así como las descripciones que hace de las cruentas batallas, siendo esto el mayor atractivo del libro.
Durante todo el relato nos encontramos con dos argumentos constantes puestos en boca del narrador. La primera es recalcar la idea de que la historia que se cuenta es la verdadera historia de Arturo en contraposición de lo que cuentan los bardos quienes transforman la historia omitiendo y/o exagerando sucesos. La otra idea es la de haber sucumbido a los influjos de la tradición extranjera, claramente reflejado en la vida de Derfel, antaño un pagano convencido y convertido ahora en monje cristiano y ocultando la historia como una falsa traducción de los Evangelios a la lengua sajona.
La característica más importante de este libro es la relegación de los tópicos, dando una visión de las leyendas artúricas antológica a la visión tradicional; aquí nos encontraremos con la Tabla Redonda pero ella no estará presidida por el rey Arturo ni por el resto de sus caballeros, con Excalibur que sigue siendo una valiosa espada pero sin haber estado clavada a una piedra y con el Santo Grial convertido en una olla. Recurso que utiliza el autor para dotar a la obra de cierto realismo. Los personajes de las leyendas artúricas aparecen humanizados, son personas de carne y hueso con personalidad y que sienten amor, dolor, celos, etcétera y que como tales están llenos de contradicciones.
Arturo no aparece en ningún momento como rey, ni incluso como héroe, sino como un caudillo britano que lucha por mantener el trono de Mordred, durante su minoría de edad, y conseguir, por encima de todo, la unión britana frente a los sajones. Ésta visión afecta también al mago Merlín, que lejos de ser un mago al uso, más bien parece un conocedor de los ritos antiguos convertido en el baluarte de la lucha contra el avance del cristianismo. Lacelot dejará de ser el paradigma del caballero andante para convertirse en un caballero sinvergüenza, narcisista, cobarde e intrigante y Ginebra, quien tampoco aparece condecorada con el título de reina, es retratada como una adoradora de Isis, adúltera y, en cierta medida, manipuladora.
La magia está presente durante todo el relato, los poderes de los druidas, de las brujas y, sobre todo, del mago Merlín crean expectación y temor entre sus contemporáneos ya sean cristianos o paganos. Pero Cornwell deja la duda sobre la existencia real o no de la magia, nunca queda claro si lo que está siendo narrado es resultado de un acto mágico o de la pura casualidad.
En resumen, Crónicas del Señor de la Guerra es una novela histórica y de aventuras que por el planteamiento de la historia, la presentación de los personajes y las descripciones de las batallas, merece ser de lectura obligatoria.
Por Anónimo
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