miércoles, 21 de abril de 2010

La locura del fútbol

El fútbol es una locura (transitoria, por supuesto); suele durar unos 90 minutos, en algunos casos 24 horas. Y digo esto porque el fútbol priva de la razón, acercándonos a un terreno donde mandan las pasiones. Lo visto ayer es un claro ejemplo.

El Inter jugó mejor que el Barça; no hay nadie que pueda decir lo contrario. Eso sí, enseguida salen unos cuantos “analistos” diciendo que lo del Inter no es jugar al fútbol, que los equipos de Mourinho juegan cada vez peor, etc. La típica prepotencia española ante el que marca más goles por otros medios igual de legítimos que el tocar la pelota hasta la desesperación intentando encontrar un pase de gol.

Lo siguiente es meterse con el arbitraje. Lo cierto es que el árbitro de ayer era malísimo, es una cosa en la que la UEFA se va superando año tras año. Pero era malo para los dos equipos. Mucho antes de que el Inter marcase el 3-1 en fuera de juego, se le había pitado un fuera de juego inexistente a Milito cuando se marchaba solo ante la portería de Valdés, con 0-0 en el marcador. Después, un robo de balón de Eto’o que podía llevar a la misma circunstancia, fue sancionado con falta y amarilla para el camerunés. Luego hay un penalti que no ve el árbitro, favorable al Barça. Tampoco vio el codazo de Messi que dejó a Maicon fuera del partido. Hay que creer (y yo lo creo) que Messi no quiso dar ese codazo al brasileño, pero la acción es igualmente sancionable, lo mismo que a muchos jugadores se les pita una mano cuando en realidad no quieren hacerla. Y la sanción correspondiente, viendo la cara de Maicon, sería una tarjeta del mismo color que la sangre del brasileño.

El mejor resumen que se puede hacer del partido de ayer es que el Inter jugó mejor, consiguió frenar al Barça y ganarle por más de un gol, algo que no sucedía desde el partido de la Liga de Schuster en el Bernabéu. Ni Guardiola ni Messi, los dos estandartes de este Barça, tuvieron su día. Supongo que esperarán tenerlo la semana que viene, y remontar el partido. El que esto escribe, como tampoco está vacunado contra esa locura del fútbol, espera ardientemente que eso no ocurra.

por Puskas

lunes, 19 de abril de 2010

Hay Liga, hay Ligas.

Hay Liga. Esta es la mejor reflexión que se puede hacer tras la disputa de la 33ª jornada de la Liga BBVA. Pero la escueta afirmación del inicio va mucho más allá de querer decir que Barça y Madrid aún luchan por el título de campeón, sino que lo que quiero dar a entender es que hay Liga en todos los sentidos.

Es normal que los dos equipos más importantes del país ocupen las portadas de los principales diarios deportivos, y que la lucha por el título sea lo más destacado, ya que es la esencia misma del campeonato. Pero hay que constatar que salvo el Valencia, que parece que tiene casi asegurado el tercer puesto (a espera de lo que haga hoy el Mallorca), y algunos equipos de la zona media que ya no juegan a nada (At. Madrid, y quizá el Depor), el resto de escuadras siguen en competición, en el más puro sentido de la palabra; siguen compitiendo por algo.

La Liga está cara; nunca lo ha estado tanto. Si bien es cierto que el campeón marcará un récord de puntuación en la competición doméstica, que incluso puede ser récord europeo, no es menos cierto que el subcampeón será el mejor segundo de todos los tiempos en Europa (habría que registrar las hemerotecas, pero puede que ni siquiera en la Liga escocesa un subcampeón hiciese tantos puntos). El Barça juega mejor, sin duda, sobre todo porque es un equipo hecho y derecho, con un entrenador que se las sabe todas y en su plantilla tiene al mejor jugador del mundo (Messi) y al mejor pasador (Xavi). El Madrid en cuanto al juego parece estar un paso por detrás, pero esto no se ve reflejado en la puntuación liguera, ya que 83 puntos son muchos puntos, y al fin y al cabo el fútbol son los goles, y el Madrid los hace.

Sigamos descendiendo en la clasificación. Del Valencia ya se ha dicho que tiene casi asegurada la tercera plaza que te mete directamente en el sorteo de la Champions. Lo que está verdaderamente cara es la cuarta plaza, para la cual a mi modo de entender sólo hay dos candidatos, Mallorca y Sevilla. El que salga perdiendo se queda con la Europa League, a la que también optan a entrar un ascendente Villarreal, un luchador Ath. Bilbao y un meritorio Getafe. El Depor si lo gana todo se mete, pero lo visto en las últimas 8 jornadas me hace pensar lo contrario.

Y llegamos a los colistas (Xerez, Valladolid y Tenerife), a los cuales la mayor intensidad mostrada, debido a la necesidad de puntos, les ha beneficiado, sumando en las últimas jornadas un aceptable puntaje. Aún con esto, mucho me temo que son los principales favoritos para perder la categoría. Su mayor esperanza es que Málaga, Zaragoza, Racing y un apático Sporting no lleguen a 40 puntos.

En las demás categorías, la vida sigue igual: en Segunda parece que sólo la Real Sociedad es clara candidata al ascenso, y en cuanto a los que le siguen, del 2º al 8º la diferencia es mínima. Por cierto, entre ellos está el Villarreal B, según los números el mejor filial de España, algo que los medios deberían recordar de vez en cuando...pero claro, entre tanta Masía y tanto halago a la cantera del Barça, se les olvidan los equipos modestos.

En 2ªB, categoría donde los futbolistas también corren pero muchas veces no se les paga, ya existen algunos campeones de grupo, y por tanto aspirantes a la categoría de plata: son la Ponferradina y el Alcorcón, y lo tiene casi hecho el Saint Andreu.

En cuanto a los equipos asturianos, la jornada ha dado de todo: derrota de un Sporting que se complica la vida, empate del Oviedo que no acaba de afianzarse en el segundo puesto, y un meritorio triunfo del Sporting B en Cuenca que le aleja, aunque no del todo, de la zona peligrosa hacia Tercera. Y ya que la mencionamos, en la última categoría nacional (sí, aunque sean todos de la misma CCAA, es categoría nacional), sigue la pelea entre Caudal, Universidad y Marino para ver quien es el campeón, y en la zona baja entre Colloto, Luarca, Cudillero y Praviano para ver quien se cae hacia la Regional Preferente. Tranquilos, no hablaré de esta categoría.

En fin, no queda mucha Liga, quedan muchas Ligas. Y a los que nos gusta el fútbol, nos produce una alegría inmensa.

Mejor gol de la jornada en la Liga BBVA: Godín (el 1-0 del Villarreal 2-1 At. Madrid)


por Puskas

NOTA: la jornada no está concluida, falta el Mallorca-Osasuna, pero no tengo porque mostrar más deferencia esperando que acabe el partido, de la que los dirigentes de la Liga y televisiones tienen hacia el espectador al que hacen ir un lunes (día laborable) al estadio si quiere ver a su equipo en directo.

domingo, 18 de abril de 2010

La amistad en las trincheras: la serie "Band of Brothers"

Quiero ver una serie de televisión de calidad, que sea de temática histórica pero a la vez tenga acción, que me haga pensar, reír e incluso llorar; que me haga sentir insignificante en el mundo, que me haga sentir insignificante en la Historia. Pues ¡vaya! Ya la he visto. Se trata de Band of Brothers, presentada en España como Hermanos de Sangre.

Esta obra de arte de la televisión está compuesta por diez capítulos, aproximadamente de unos 55 minutos de duración, con comentarios de los verdaderos protagonistas al principio del episodio. Producida entre otros por la famosa dupla Spielberg-Hanks y basada en una obra de Stephen Ambrose, la serie nos narra los hechos acaecidos a la Compañía Easy de la 101 Brigada Aerotransportada de los EEUU, desde que tuvo lugar su entrenamiento en los bosques de Georgia (evidentemente hago referencia al estado norteamericano), a la victoria aliada, pasando por el día-D, la toma de Carentan, el cerco al que fueron sometidos en Bastogne, el descubrimiento de un campo de concentración nazi (concretamente el de Landsberg), y la toma del Nido del Águila.

Un aspecto fundamental de Band of Brothers es que trata la guerra olvidándose de generales, presidentes, etc. Los protagonistas son los propios soldados, su lucha diaria por sobrevivir, y su amistad fraternal, como bien indica el título de la serie. De todos modos, tampoco son despreciables la cantidad de detalles referentes a aspectos bélicos y estratégicos, que supongo que les encanten a los más frikis de la II Guerra Mundial.

El éxito de la serie impulsó a los productores a crear The Pacific, que como es fácil de intuir trata sobre la II Guerra Mundial en el Pacífico. De la misma llevo vistos sólo dos capítulos, pero no parece que vaya a ser tan interesante como Hermanos de Sangre, la cual vuelvo a recomendar encarecidamente.

Por Little Baker


Tráiler de la serie

viernes, 16 de abril de 2010

Crítica al libro "Crónica del Señor de la Guerra"

Crónicas del Señor de la Guerra es una trilogía centrada en el mundo artúrico del escritor de novela histórica Bernard Cornwell, conocido principalmente por su serie sobre el fusilero Sharpe enmarcada en las guerras napoleónicas. También es autor de la trilogía Arqueros del Rey centrada en la Guerra de los Cien Años.

El Rey del invierno (vol. I) Nos relata el regreso de Arturo, exiliado por su padre, y del arduo trabajo para restablecer la paz y la justicia quebrantada tras la muerte del rey supremo Uther Pendragon dejando como heredero del trono a un niño.

El enemigo de Dios (vol. II) La paz y la unidad entre los reinos britanos se ha conseguido después de una terrible época de batallas. Mientras Arturo persevera en el cumplimiento de los altos ideales de la moral caballeresca, el mago Merlín trata de reunir los trece objetos sagrados esparcidos por toda Britania para expulsar a los sajones y frenar el empuje del cristianismo.

Excalibur (vol. III) El ciclo artúrico comienza a cerrarse. La amenaza sajona continúa inquebrantable en una tenaz guerra y llega la hora de ajustar cuentas por parte de Modred y Nimue.

Aunque dividido en tres volúmenes, en realidad, se trata de una obra unitaria ya que continúa sin pausa con lo narrado en el volumen anterior.

El desarrollo de la trama nos lleva a adentrarnos en la época de la tardoantigüedad inglesa del siglo V, retratándonos un mundo en proceso de cambio, con referencias a la ya lejana ocupación romana, que se mantiene a duras penas. La agonía de los reinos britanos ante los sajones, y el surgimiento de un incipiente, pero fuerte, cristianismo que va poniendo fin a las creencias ancestrales.

La historia de Arturo es narrada por Derfel Cadarn, un antiguo guerrero britano que ya anciano desgrana las historias vividas junto a Arturo, mediante flashback, por petición de la reina Igraine.

Teniendo como eje la vida de Derfel, Bernard Cronwell entremezcla las leyendas artúricas con la historia de los reinos britanos posterior a la dominación romana. De esta manera se conjugan a la perfección temas de la vida personal del guerrero, historias de amor, casamientos, violaciones, traiciones, supersticiones, etcétera con las intrigas políticas y religiosas, a través de las conjuras y alianzas, de las que el relato está plagado.

El autor nos hace una reconstrucción de cómo podía ser la vida durante el sigo V, mostrándonos una época de guerras continuas entre britanos y sajones al mismo tiempo que concediéndonos datos sobre la vida más cotidiana, costumbres, rituales, tipos de construcciones, ropajes de las distintas clases sociales y utensilios bélicos y cotidianos. Así como las descripciones que hace de las cruentas batallas, siendo esto el mayor atractivo del libro.

Durante todo el relato nos encontramos con dos argumentos constantes puestos en boca del narrador. La primera es recalcar la idea de que la historia que se cuenta es la verdadera historia de Arturo en contraposición de lo que cuentan los bardos quienes transforman la historia omitiendo y/o exagerando sucesos. La otra idea es la de haber sucumbido a los influjos de la tradición extranjera, claramente reflejado en la vida de Derfel, antaño un pagano convencido y convertido ahora en monje cristiano y ocultando la historia como una falsa traducción de los Evangelios a la lengua sajona.

La característica más importante de este libro es la relegación de los tópicos, dando una visión de las leyendas artúricas antológica a la visión tradicional; aquí nos encontraremos con la Tabla Redonda pero ella no estará presidida por el rey Arturo ni por el resto de sus caballeros, con Excalibur que sigue siendo una valiosa espada pero sin haber estado clavada a una piedra y con el Santo Grial convertido en una olla. Recurso que utiliza el autor para dotar a la obra de cierto realismo. Los personajes de las leyendas artúricas aparecen humanizados, son personas de carne y hueso con personalidad y que sienten amor, dolor, celos, etcétera y que como tales están llenos de contradicciones.

Arturo no aparece en ningún momento como rey, ni incluso como héroe, sino como un caudillo britano que lucha por mantener el trono de Mordred, durante su minoría de edad, y conseguir, por encima de todo, la unión britana frente a los sajones. Ésta visión afecta también al mago Merlín, que lejos de ser un mago al uso, más bien parece un conocedor de los ritos antiguos convertido en el baluarte de la lucha contra el avance del cristianismo. Lacelot dejará de ser el paradigma del caballero andante para convertirse en un caballero sinvergüenza, narcisista, cobarde e intrigante y Ginebra, quien tampoco aparece condecorada con el título de reina, es retratada como una adoradora de Isis, adúltera y, en cierta medida, manipuladora.

La magia está presente durante todo el relato, los poderes de los druidas, de las brujas y, sobre todo, del mago Merlín crean expectación y temor entre sus contemporáneos ya sean cristianos o paganos. Pero Cornwell deja la duda sobre la existencia real o no de la magia, nunca queda claro si lo que está siendo narrado es resultado de un acto mágico o de la pura casualidad.

En resumen, Crónicas del Señor de la Guerra es una novela histórica y de aventuras que por el planteamiento de la historia, la presentación de los personajes y las descripciones de las batallas, merece ser de lectura obligatoria.

Por Anónimo

Franquismo y Garzón

No suele gustarme explayarme con las cosas políticas, pues para eso están personas más doctas y algún que otro charlatán. Mis humildes conocimientos para el mundo contemporáneo no van más allá de los umbrales del siglo XIX, cuando a finales del siglo anterior recorrían aires de libertad (burguesa) las callejas de París.

Así pues, el tema del franquismo me pilla algo distante de los vientos revolucionarios de 1789. Los principios fundamentales de la dictadura, ni que decir tiene que la libertad no gozaba de muy buena salud en ellos (otro día comento mi opinión sobre la inexistencia de la Libertad).

Franco y sus secuaces atentaron contra un estado legalmente constituido (fuese caos o no); y esto parece no entrar en las mentes de esa derecha que en cambio no duda en tachar a Tejero de golpista, pero claro…esa gente empezó a ser monárquica en el 75, olvidando superficialmente todo lo anterior en aquel fin de año.

Pero retornemos a ese fatídico año de 1936, cuando el fracaso del alzamiento militar contra el legítimo gobierno republicano desemboca en una guerra absurda. Una guerra necesaria para que los fascismos europeos prueben armas nuevas, y los españoles como somos tan voluntariosos nos ofrecemos a probar metralla alemana e italiana, y alguna menos soviética. Al final la guerra deja una dictadura de corte personalista muy comparable a todas las del siglo XX.

¿Por qué hablamos de franquismo siendo estos días los de la Proclamación de la II República? ¿Por qué hablo de franquismo cuando hace 79 años por las calles de España entera, la gente salía cantando La Marsellesa? Pues porque me levanté con la ilusión de tener un buen día el 14 de Abril hasta que llegué a un bar y los diarios de tirada nacional me lo jodieron, y en dos días seguidos que van la cosa no mejora.

La derecha denuncia al juez Garzón por prevaricar con su causa abierta contra el Franquismo, y se lo admiten a trámite. No es que lo vea del todo mal, es el funcionamiento de los tribunales. Tú denuncias y luego si hay base a la denuncia las cosas siguen su curso, sino pues se desestima. (Tampoco soy muy docto en materia judicial como se podrá entender).

Lo que me parece aberrante es que se esté haciendo oídos sordos al hecho de que un juez no admita a trámite una querella contra un Banco porque éste le ha financiado unos cursos privados en NY. Quizás tenga que indagar un poco más en ese tema, pero no pienso dejar que mi vida gire en torno a un “Querido Emilio”.

Y luego la tercera de las causas abiertas: escuchas ilegales en la cárcel a los implicados en la trama Gürtel. Una panda de personas de “intachable conducta” (entiéndase esto a modo de ironía), que van y son escuchadas sus conversaciones privadas con sus abogados. Si bien me parece de puta madre si es que con eso se hace que los ladrones devuelvan lo robado, pues genial. Pero resulta que en este país de pandereta un asesino, violador o terrorista no es grabado en sus conversaciones privadas…pero unos tipos cuyo delito es robar....

Volvamos al franquismo y esas fosas de la Memoria, a los represaliados y los exiliados,… ¿a quién juzgamos por el franquismo? No creo que diciendo que Franco y Cía. (no doy nombres pues muchos todavía viven) eran criminales se descubra América. En ocasiones las cosas son tan obvias que da lástima que no se vea así. No veo más sentido que cubrir los problemas que de verdad aquejan a esta sociedad, eso sí, cubrir bien de mierda a los de siempre.

Los de “siempre”, esos somos nosotros, el pueblo llano. Los que ni parten ni reparten, los que ni chicha ni limoná. Los que aguantaron yugo y flechas 39 años; los que callaron u ocultaron su bandera tricolor en el fondo del corazón. También había gente a la que le importaba un pimiento quién mandase mientras tuviese pan en la mesa, exactamente como hoy día. Entre los de “siempre” había hijos de puta, pero a esos les da igual el color de quién mande, esos siempre sobreviven a lo malo y a lo bueno; esos son los que rapaban a las mujeres y denunciaban a sus vecinos. ¿Pero es que esos hijos de puta no habrían hecho lo mismo de haber ganado el otro bando?

Si juzgamos al franquismo juzgamos a los de siempre. No condenamos a Franco que enterrado bajo los auspicios de la Iglesia seguro que anda por el Infierno riéndose. Tampoco condenamos a los que estaban en la cúspide pues siguen en ella y nadie logrará hacerles pagar lo suficiente. ¿Pero que deberíamos de hacer? ¿Quedarnos sin mirar atrás? Realmente no lo sé, y es una respuesta que me encantaría tener. Quizás sólo quede esperar a ver que sucede, para bien o para mal.

Por el Gato Montés

miércoles, 14 de abril de 2010

Crítica a la película "¿Qué fue de Baby Jane?"

¿Qué fue de Baby Jane? se trata de una obra maestra del cine negro, la cual a pesar de llevar sobre sus espaldas cuarenta y ocho años no ha perdido ni un ápice de su poder perturbador.

La película, adaptación de la novela What happened to Baby Jane? de Henry Farrell, está dirigida por Robert Aldrich, director que plasmó la violencia y la inmoralidad con mayor contundencia durante los años 50 y 60. Claro ejemplo de ello es la película que hoy comentamos o Hush… Hush, Sweet Charlotte (traducida al español como Canción de cuna para un cadáver).

En cierta medida esta gran obra puede ser considerada como una segunda parte del drama de Billy Wilder, El crepúsculo de los dioses, interpretada magistralmente por Gloria Swanson y William Holden, sobre los delirios de grandeza a través de las vivencias de una actriz en el ocaso de su vida. Sin embargo, y sin poder negar que el argumente es el mismo, creo que las comparaciones son odiosas y por ello no vamos a caer en ese error.

Blanche y Jane Hudson son dos hermanas que tuvieron la desigual fortuna en el cine. La primera sigue en el recuerdo de la gente mientras que de Jane pocos se acuerdan que fue una niña prodigio. Traumatizada por la envidia, el rencor y el alcohol, somete a Blanche a todo tipo de torturas psicológicas y físicas aprovechando que se encuentra postergada a una silla de ruedas debido a su invalidez.

Una historia oscura, terrorífica y brutal en la que Aldrich a lo largo de dos horas de duración nos explica como es posible que los celos y la envidia puedan no sólo aniquilar una relación fraternal, sino a la propia persona provocando una conducta patológica que puede llegar a ser extremadamente violenta y destructiva.

A pesar de que el argumento de la película plantea múltiples temas como: el amor fraternal, la envidia, los niños prodigio, la vejez o la invalidez, no es éste el aspecto que hace de esta película un clásico del cine. Toda su grandeza está al servicio del duelo interpretativo de las actrices principales.

Robert Aldrich eligió para protagonizarla a dos viejas glorias de la era dorada de Hollywood y que en esos momentos pasaban por un período bajo en sus carreras: Bette Davis, reina indiscutible del melodrama en los años cuarenta y la actriz que mejor encarnó papeles de mujer perversa y desalmada, encarnando a Jane. Y Joan Crawford, una de las pocas actrices del cine mudo que supo adaptarse al cine sonoro que alcanzó la fama encarnando a mujeres ambiguas y de fuerte carácter, en el papel de Blanche.

La interpretación de ambas actrices es soberbia consiguiendo crear dos personajes complemente diferentes pero ambos de una gran complejidad psicológica permitiéndolas entregarse a un auténtico ritual de excesos interpretativos. El duelo que mantienen las dos actrices atrapa al espectador desde el primer momento y no le suelta hasta el final de la película.

La diferencia entre los momentos culmines de la película y los meramente secundarios los marcan también los actores. Esas escenas están protagonizadas por los actores secundarios. De entre ellos debemos destacar al actor Victor Buono, pero para ser sinceros se debe reconocer que ninguno de los actores que forman el elenco secundario estuvo a la altura de las protagonistas, pues el tándem o rivalidad que forman engulle al resto del reparto.

Otra pieza fundamental, junto al argumento y la interpretación, es el ambiente de suspense generado por planos de picado combinados con planos de detalle y primeros planos con movimientos de cámaras para destacar detalles u objetos con zoom. Papel no menos importante desempeñan las melodías inquietantes que aumentan la tensión, afloran el miedo y acentúan la acción.

Una característica de este clásico es la forma de afrontar la película como si se tratará de un proyecto teatral: pocos actores, escasos decorados y abundancia de diálogos, características todas ellas de una obra de teatro.

Fue nominada a cinco candidaturas de los Oscar del año 1962: mejor actriz por el papel desempeñado por Bette Davis, consiguiendo así su décima candidatura como mejor actriz principal, mejor actor de reparto (Victor Bueno), mejor vestuario, mejor fotografía y mejor sonido. Solamente consiguió llevarse el de vestuario pero debemos de recordar, y no por ello justificar, que pugnaba contra gigantes que al igual que ella pasaron a convertirse en clásicos del cine de la talla de Lawrence de Arabia, Matar a un ruiseñor, Días de vino y rosas o El milagro de Anna Sullivan.

Sin duda alguna ¿Qué fue de Baby Jane? es un clásico de visión obligatoria.

Algunos enlaces a los momentos clave de la película:
http://www.youtube.com/watch?v=A8TaFKdxmws
http://www.youtube.com/watch?v=t3vwExt_AnA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=648-2RE4XAk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=fpZjibmh6l4&feature=related

Por Anónimo

martes, 13 de abril de 2010

Crítica a la película "Alicia en el País de las Maravillas" de Tim Burton

Una vuelta de tuerca más a un clásico de la literatura infantil. Una vuelta de tuerca para esas grandes mentes ilustradas que son los guionistas de Hollywood que acarrean desde hace unos años una especie de sopor. La misma falta de originalidad de estos últimos años, plagada de remakes o simples adaptaciones de lo ya hecho.

Aquí nos encontramos con un prodigioso de lo macabro como es Tim Burton, tomando para sorpresa de muchos una novela tan cándida como es la obra de Lewis Carroll (como dije arriba, en guiones no se ha ido la pasta). El caso es que la excentricidad de Burton no deja de plasmarse en cada segundo que pasa ante nuestros ojos el filme. Su onírico mundo de color, en ocasiones más cercano al LSD que a las maravillas, pasa en pocos planos a los oscuros fotogramas que parecen llevarte a la muerte.

Destacable es ese Sombrerero Loco, papel que casualmente parece dársele muy bien al Depp (¿Sólo sabe hacer de tarado?). Su presencia en una película de Burton no es algo extraño, como bien sabemos son un dúo, quizás mejor trío si contamos con la sempiterna esposa del director. El caso es que por más que pasen los años todos ellos se entienden a la perfección y por muchos años seguiremos viendo películas de Tim Burton con Depp y Bohan-Carter como actores.

Aún no nos dejemos llevar por la emoción, tan sólo hemos abierto el paquete y queda ver el interior. El país de las Maravillas no es tan maravilloso si pensamos en los filmes predecesores del director, pues decae en los mismos tópicos: personajes entre lo truculento y lo maravilloso (caso del Gato gordo); juegos de luces y sombras característicos de su equipo de fotografía, etcétera etcétera. Lo que un servidor ve en la gran pantalla es “Charlie y la fábrica de chocolate” pero en esta ocasión no puedo llegar a ver más allá de una niña pija (Mia Wasikowska) que de chocolate va bien cargada; eso sí, no del mismo que Charlie.

La película no pasará a la historia como el culmen del cine moderno. Pagarás por entretenimiento asegurado, al fin y al cabo lo que se desea. Pero antes de pagar por ella piensa… ¿no es lo mismo de siempre?

por El Tuerto Demente

lunes, 12 de abril de 2010

Se abre el telón

Bienvenidos, y especialmente bienvenidas.

Hoy tiene lugar, sin grandes lujos, el bautizo de un nuevo blog que promete no prometer lo imposible, pero hablar y comentar todo lo abarcable. En esta primera e-piedra no habrá canapés de caviar, ni champagne, porque por ahora los comerciantes ávidos de colgar sus anuncios en nuestro ciberespacio no saben de nuestra existencia. Tranquilos, todo llega y la espera merecerá la pena.

El mundo a la milanesa...qué decir del nombre; podríamos decir que se trata de envolver al mundo con esa capa de sabor que en ocasiones le falta, o podríamos creer que nosotros somos el mundo, perfectamente rodeados de nuestras miserias, alegrías, sueños y pesadillas, todo eso que constituye el verdadero envoltorio vital y que no nos deja ser como querríamos ser.

Actualidad, Historia, fútbol, cine, humor; el mundo de lo real y el mundo de lo onírico; otras culturas, otros formas de vivir y de pensar. Todo lo que nuestro mundo nos ofrece, al alcance del tuyo.

Consejo de Redacción de El Mundo a la Milanesa.