miércoles, 16 de junio de 2010

Mundialitis (III): ¿Quién ha robado los goles?

Habiéndose estrenado todos los equipos en este mundial, se pueden apuntar algunas cosas. En primer lugar, sobran trompetas; supongo que la FIFA, ávida de dinero, no tenga más remedio que seguir permitiendo ese ruidoso pero barato instrumento imitador de zumbidos. En segundo lugar, sobra miedo a perder. Esta es la causa de que se esté viendo uno de los peores mundiales que recuerde. Un dato: en los primeros 16 partidos se han marcado 25 goles; hace cuatro años, en Alemania, fueron 39.

En cuanto a las selecciones, como siempre, hay sorpresas. Hay que señalar el buen nivel mostrado por los equipos asiáticos, incluyendo a una enigmática Corea del Norte. El contrapunto a los asiáticos son los africanos, que no están dando la talla en “su” mundial, sobre todo si pensamos en Camerún y Costa de Marfil, aunque el rival de los elefantes (Portugal) era mucho más difícil que el de los leones (Japón). Las mejores actuaciones del torneo se las llevan los sudamericanos, que cumplieron con sus obligaciones, en algunos casos con mucho mérito (empate de Paraguay ante Italia). Sus vecinos del norte tampoco lo han hecho mal, especialmente los estadounidenses.

¿Y los europeos? Un aprobado justo, y gracias; salvo Alemania, la cual barrió a los australianos (habrá que ver si es cierto eso de que tienen ventaja al haber usado todo el año el criticado Jabulani…), los demás equipos del viejo continente no han dado la talla, sobre todo en cuanto a juego. Selecciones como Francia o Portugal no pueden permitirse saltar al campo y hacer el ridículo. En cuanto a España, jugó como siempre, pero la necedad de Del Bosque de usar las bandas y a Busquets, así como las prisas después del gol (cuando aún quedaban 40 minutos de partido), y como no, el cerrojazo suizo (totalmente legítimo), hicieron imposible no ya la victoria, sino el empate. Es un tópico decir lo de la mala suerte en los mundiales, pero el gol suizo se encarga de reafirmar la vieja excusa: un cúmulo de rebotes, mezclados con una falta a Piqué y el gol en fuera de juego. Los suizos todavía no se lo creen; los españoles y el resto del mundo tampoco.

Pero ya se sabe, el fútbol son los goles; y parece como si alguien los hubiera robado.

por Puskas

lunes, 7 de junio de 2010

Mundialitis (II): la roja en los mundiales

Antes de que comience el que será el Mundial número 13 para la Roja, convendría echar la vista atrás y repasar, someramente, las actuaciones de la selección española en la docena de mundiales anteriores. La Historia, en este caso, puede ser la mejor medicina contra la euforia desatada hacia los 23 de Del Bosque. Aunque futbolísticamente no exista actualmente un equipo que juegue como España, ni siquiera Brasil, el papel de favoritos otorgado por la prensa nacional, y lo que no es tan común, también por la internacional, podría resultar un handicap a todas luces innecesario. ¿Quién no se acuerda de la España de Camacho, aquella que llegó a la Eurocopa de Bélgica y Holanda en el año 2000 después de hacer una de las mejores fases de clasificación de su historia, ganando incluso 9-0 a Austria? Saco esto a relucir porque aquella España también era favorita para la prensa internacional, y nos eliminaron los franceses (de aquella vigentes campeones del mundo, todo sea dicho) en cuartos de final.

La historia de España en los mundiales comienza en 1934. En la primera edición del mundial, en Uruguay, las selecciones europeas decidieron que, como con todo, Europa era el centro del mundo, así que ¿cómo iban a arrastrar sus culos euroasiáticos hacía el pequeño país sudamericano? Otras excusas fueron la gran distancia del viaje y la crisis económica. Los anfitriones ganaron el primer mundial de la historia a sus vecinos argentinos. Cuatro años después le llegaba el turno a la Italia de Mussolini, y la España republicana de Zamora y Lángara tuvo la mala suerte de cruzarse en cuartos de final con la anfitriona. Después de empatar en el primer partido, se tuvo que jugar otro de desempate, con jugadores españoles destrozados por las patadas de los itálicos y con un árbitro que, a mi parecer, prefirió conservar su vida a que España pasase de ronda. Ni que decir tiene que los italianos ganaron su mundial, a los checoslovacos. Cuatro años más tarde repetirían victoria en Francia, esta vez ante Hungría, y sin la selección ibérica entre los participantes, ya que en esos momentos en España lo que menos importaba era el fútbol.

Y llegó la posguerra. Como en 1930, el mundial viajó a Sudamérica, a Brasil. Allí la roja cuajó su mejor mundial hasta la fecha, clasificándose para la final a cuatro, en la cual quedó última, tras Uruguay (campeona), Brasil y Suecia. Una buena actuación que hubo que saborear durante doce años, ya que no se volvería a un mundial hasta Chile’62. En 1954 había acogido Suiza la cita, donde una Alemania estigmatizada todavía por la derrota en la II Guerra Mundial consiguió imponerse a la Hungría de Puskas, en lo que todavía se conoce como el “milagro de Berna” (imaginaros como jugaban de bien los húngaros). En Suecia’58 había aparecido por primera vez Pelé, que se llevó el mundial ganando en la final a los anfitriones. También se llevaría el de Chile, venciendo a Checoslovaquia; curiosamente los dos finalistas habían eliminado a España en la fase de grupos, con un equipo con Di Stéfano lesionado, y otras figuras como Luis Suárez, Gento o Peiró.

El fútbol volvió a casa cuatro años después, y como era de esperar, los caseros se llevaron el título. España salió de Inglaterra’66 como en el anterior, en la fase de grupos. A partir de aquí, otras dos ediciones sin participar: México’70 (ganó Brasil a Italia en la final), y Alemania’74 (los anfitriones ganaron a Holanda).

En 1978 el mundial se disputó en una Argentina llena de desaparecidos; España, otra vez más, desapareció en la fase de grupos, donde se recuerda el 0-0 ante Brasil con aquel no-gol de Cardeñosa. Desde aquel mundial la selección ha estado siempre presente, lo cual ya es algo, ya que cada cuatro años resurge esa especie de ilusión colectiva que sólo el fútbol puede lograr. Y ya que hablamos de ilusión, era lógico que ésta estuviera por los aires en el único mundial celebrado en España. Las dos anteriores ediciones se las había llevado el anfitrión, curiosamente ambas ante Holanda, pero la roja se encargaría de romper esa dinámica. Tras una primera fase en la que se empató ante Honduras y se robó descaradamente a Yugoslavia, se pasó a la segunda liguilla donde Inglaterra y Alemania eran demasiado para España. El mundial de Naranjito se lo acabó llevando Italia ante los germanos.

En México’86, tras 36 años, otra buena actuación. El mundial de Maradona acabó con España eliminada en los penaltis por Bélgica en cuartos de final, pero tras realizar un buen torneo. En la final, otra vez perdió Alemania, esta vez ante Argentina. Cuatro años después, en Italia, la eliminación llegaría en octavos ante una Yugoslavia que disputaría su último mundial como un solo país. Todo lo contrario que la vencedora, Alemania, que por fin se reunificaba, y se vengaba en la final de Argentina, su anterior verdugo.

Los siguientes mundiales, para los de mi quinta, ya están en la retina, aunque sea con una capa de polvo sobre las imágenes en color. Y si hablamos de color, el del mundial de Estados Unidos fue el rojo: el de la sangre de Luis Enrique. ¿Quién no deseó durante años cruzarse con Tasotti para poder romperle las narices y vengarse por esa eliminación, otra vez en cuartos de final? En la final de Los Ángeles, toda España iba con Brasil, que logró su tetracampeonato ante los italianos.

Francia’98, otra decepción. Si en el anterior mundial desearíamos haber roto la cara a Tasotti, ahora desearíamos cortarle el brazo a Zubizarreta, un portero que dicho sea de paso, no era el mejor de España en aquel tiempo (hoy en día se dedica a comentar partidos, si por comentar entendemos ser lo más subjetivo y partidista posible…). En fin, para casa antes de tiempo y Francia campeona ante Brasil.

Con estos precedentes, la duda que tenía toda España antes de ir hacia el extremo oriente era a quién desearíamos matar cuando nos eliminasen del mundial. El árbitro y los linieres del Corea-España fueron los elegidos. No hace falta decir que en ese mundial España fue la mejor selección en cuanto a juego, después de la campeona, Brasil. Del último mundial me quedo con la gran primera fase de la roja, donde ya estaba parte de la base de la actual selección.

En definitiva, por muy favorita que sea España, parece que la Historia también juega en esta clase de competiciones. La buena noticia es que la de Sudáfrica está por escribir.

por PuskasJustificar a ambos lados

martes, 1 de junio de 2010

Mundialitis

Faltan pocos días para que comience la cita deportiva de mayor importancia mundial, que no es otra que el Campeonato del Mundo de la FIFA, más vista, por ejemplo, que los JJOO. Como todo el mundo sabe, este año se celebra en Sudáfrica, lo que quiere decir que el pronóstico de Pelé (“antes de fin del siglo XX se jugará una copa del mundo en África”) ha fallado por sólo diez años.

Todas las selecciones, salvo lesiones de última hora, tienen confeccionadas sus listas de 23 jugadores. Del mundial se caen grandes figuras como Ballack, Essien, Benzema, Lassana Diarra, Walcott o Van Nistelrooy, algunos por decisión técnica y otros por lesión. Al menos estarán los números uno actuales, como Messi, Cristiano Ronaldo, Xavi, Rooney y Eto’o.

Como siempre en este tipo de citas futbolísticas, las predicciones y los pronósticos casi nunca se cumplen. A Sudáfrica llegan como favoritas España, Brasil, Inglaterra y Argentina. Algo por debajo, pero siempre peligrosas, están Italia, Alemania, Portugal y Holanda. Para aclarar más las cosas, se podría empezar por hacer un pronóstico por grupos.

En el grupo A, por nombre y por equipo, el primer puesto tendría que ser para Francia. Digo tendría porque en fútbol todo es posible y los galos han demostrado no estar a su mejor nivel, ni mucho menos. El segundo puesto que da acceso a los octavos se lo tendrían que jugar México y Uruguay, pero mi apuesta personal es que Sudáfrica, los anfitriones, pasarán a octavos y no descarto que Francia quede eliminada.

En el grupo B, más de lo mismo. Argentina, por nombre y equipo, tiene que quedar primera sin problemas. Para la segunda plaza apuesto por Grecia, ya que ni Corea del Sur (la podremos ver contra España en un amistoso) ni Nigeria tienen gran equipo.

El tercer grupo tiene un líder claro, la Inglaterra de Capello. Lo más normal es que acabe primera y con 9 puntos. El último puesto del grupo lo tiene casi asegurado Argelia, así que la plaza que queda se la tendrán que jugar EEUU y Eslovenia. Muchos opinan que los americanos son los grandes tapados del mundial…¡por favor, un poco de seriedad!. EEUU hizo un gran partido contra España en la pasada Copa Confederaciones, pero en este Mundial igual no pasan de la fase de grupos.

En el grupo D manda Alemania (ya se sabe, en el fútbol juegan once contra once y siempre gana Alemania…). La segunda plaza se la debería llevar la Serbia de Antic, y más aun cuando Ghana no contará con Essien por lesión. Australia puede dar la sorpresa, han mejorado muchísimo.

El quinto grupo huele a naranja y tulipán, ya que los holandeses tendrían que tenerlo fácil para pasar como primeros; Japón está bastante por debajo de los otros dos equipos, la Camerún de Eto’o y Dinamarca.

Grupo F: Italia, Eslovaquia, Nueva Zelanda y Paraguay. Lo que se puede decir de este grupo es que Italia pasará a medio gas, como siempre, y ojo con los eslovacos. Nueva Zelanda si hablásemos de rugby podría contar para algo, pero en lo darle al balón con los pies no son tan buenos. En cuanto a Paraguay, no puedo decir mucho.

Y llegamos al grupo de la muerte. La lógica dice que Brasil tendría que quedar primera, Portugal segunda, y luego Costa de Marfil y Corea del Norte. Pero si alguien lee esto y quiere apostar dinero, que apueste por los marfileños. Seguramente sería el equipo africano que tendría que llegar más adelante en la competición si no fuese por el grupo que le ha tocado. Aun así, creo que se van a clasificar, y ojo que se pueden enfrentar a España en octavos. Los coreanos tampoco son mancos, y sinceramente, creo que habrían sido la sorpresa del mundial de tocarles otro grupo más fácil. Y bueno, ya que estamos apostando, ¿por qué no apostar que Brasil se queda en la fase de grupos?

En el grupo de España, lo lógico sería que las dos rojas se clasifiquen para octavos: los íberos y los chilenos. La otra roja, Suiza, puede dar guerra, sobre todo porque cuentan con un gran entrenador. Honduras recientemente ha tenido un golpe de Estado, y es un país donde vive gente maravillosa.

Evidentemente estos pronósticos suelen fallar; en eso radica precisamente lo bueno del fútbol, en el ser impredecible, el vivir en tensión hasta que el árbitro pita el final. Nadie sabe quien va a ser el campeón, y los 32 que van tienen la oportunidad de levantar el trofeo. 32 países con una misma ilusión. Por algo dicen que el fútbol nos une.

por Puskas

Los 32 equipos con sus integrantes.